Cómo hablar a tu futuro cliente para que te quiera

por | Nov 14, 2018 | Copywriting | 2 Comentarios

Dudas. Dudas y más dudas.
Dudas que surgen cuando comienzas en esto de darle a la tecla. Pretender que el usuario no se vaya y te lea. De querer que te quiera (sobre todo, comprar).

Pues bien, si no sabes cómo hablarle, mal vamos. Es como si yo te hablara en finlandés, cuando no has salido en tu vida de Pamplona.
Pues lo mismo pasa con los textos. Ya no solo hay que saber qué decirle, sino que también hay que saber cómo hacerlo.

Hoy te voy a dar algunos consejillos para que tus textos sean más que correctos y agradecidos.

Allá voy.

De tú, bonit@, de tú.

Aquí hay dos tipos de “tus”
1. El tú y no el vosotros. ¿Te imaginas a un grupo de personas quedando para leer tu post a la vez detrás de una pantalla de ordenador? No, ¿verdad?
Entonces, ¿por qué hablas en plural si solo soy una persona?
Piensa que estás hablando con un cliente o amigo que tienes justo en frente de ti y le quieres contar o vender algo de tu negocio. Pues lo mismo que dirías con tu voz, escríbelo con las teclas.
Siempre en singular, no lo olvides. Solo hay una persona a la que dirigirte.

2. El tú y no el usted. Hablar de usted en un texto creo que lo hizo Cervantes hace muchos años. Aunque se quiera transmitir respeto y educación, con un correcto vocabulario bastará. Por muy serio que sea tu cliente ideal, tutéalo, por favor.

Déjate de etcéteras y ponte a escribir.

Poner un “etc” en un texto, no es grave. Pero poner varios, sí.
Leer un texto con este recurso da la sensación de falta de información, de conocimientos e incluso de ganas.
Si no te sabes todos los planetas, es mejor que no los pongas antes que utilizar: Mercurio, Urano, etc. Además, Plutón ya no es un planeta e ibas a meter la pata seguro.

Cuando empleas un etcétera, el tema no se cierra y parece que queda mucho por decir. En resumen, falta información.

Un recurso para no caer en la tentación de usarlo es utilizar “por ejemplo”. De esta manera, el lector ya sabe que solo se van a decir algunos y no todos.

Queda mucho mejor y el texto es más sencillo de leer.

Más verbos y menos adjetivos.

Los verbos son fuertes. Llevan a la acción al usuario y el texto tiene un ritmo que no puedes parar de leer.

En cambio, los adjetivos son débiles, lentos, cansinos. ¿Lo ves?
Aburren al usuario haciendo que se marche sin contenido y encima con sueño.

En el caso de vender un producto o servicio, no tienes que decirle al usuario lo bonito y maravilloso que es con adjetivos, sino que tienes que demostrarlo con verbos para que así lo sienta. Debes crearle sensaciones.

Con esto no quiero decir que los adjetivos sean “el coco” y, si alguna vez tienes que usarlos, no pasa nada. Pero si puedes evitarlo y emplear en su lugar un verbo, mucho mejor.
No es fácil, lo sé.

Mucho cuidado con lo que escribes

Soy muy pesada con este tema, pero si te vas a dedicar a escribir o comunicar, debes hacerlo bien.  No pongas faltas de ortografía.
Puedes tener un “desliz” y que se te escape un acentillo o una coma, pero más, no.

Imagínate que contratas a un panadero que no sabe hacer pan. Lo mismo pasa con un copy o redactor que no sabe escribir bien. Aunque, bajo mi punto de vista, todo el mundo debería saber hacerlo.

Un consejo: cuanto más lees, mejor escribes.

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