
En busca y captura de tu cliente ideal
¿Te has preguntado alguna vez a quién le estás hablando?
Si la respuesta es sí, es que conoces a tu cliente ideal y saber vender tu mensaje a quien lo quiere comprar.
Si la respuesta es no, puede ser una de las causas por las que tu negocio no termina de despegar: pocas conversiones, pocos suscriptores… un poquito poco de todo, vamos.
Definir a tu cliente ideal o buyer persona, es una de las bases para hacer despegar tu negocio. Si sabemos a quién le hace falta nuestro producto/servicio, dónde lo busca, qué compra, cuántos años tiene, etc.; sabremos claramente el mensaje que le debemos de lanzar.
Flecha directa al corazón.
Pero si no lo sabemos, nuestras flechas saldrán disparadas en todas las direcciones, puede que alguna caiga en alguien, pero casi seguro que toquen tierra la mayoría.
¿Cómo buscar a tu cliente ideal?
Para saber a quién le estás hablando, debes “humanizarle”, es decir, tienes que buscar el perfil exacto de ese tipo de cliente al que le va a interesar tu producto o servicio.
Ponle un nombre e intenta responder las preguntas que te hago a continuación sobre diferentes factores:
- Demográficos: qué edad tiene, cuál es su género, dónde vive, cuál es su nivel de estudios y cuál es su renta media.
- Gustos y hábitos: qué intereses tiene, qué le gusta hacer en su tiempo libre, qué le gusta leer, en qué formato, qué medio de transporte usa, dónde suele viajar, qué deportes practica…
3. Psicológicos: cuál es su interés principal en la vida, qué ambiciones tiene, si es feliz con su trabajo, cuáles son sus valores, cómo le hará sentir tu producto o servicio, qué puntos de dolor tiene, etc
4.Sociales: si usa redes sociales, cuáles son, qué tiempo invierte en ellas, qué suele compartir.
Como ves, son muchos los factores que te pueden llevar hasta tu cliente ideal. Yo te he puesto unos cuantos, pero si te sientas a pensar, seguro que afinaras mucho más los tuyos.
Una vez hecho esto, solo debes darle forma y sacar tus propias conclusiones. Tienes que conocer muy de cerca no a esa persona, sino a todas esas personas que coinciden con ese perfil que has investigado. Esas personas, son tu cliente ideal:
“Carlos tiene 35 años, tiene un estudio de diseño gráfico online. Le gustaría atraer a clientes con un poder adquisitivo medio-alto con negocios ya en marcha, pero no sabe cómo conseguirlo. Solo le llegan pequeños clientes que cada día le desgastan más sin darle muchos beneficios.
Dedica 12 horas al día a sacar el trabajo que le absorbe dejándole sin tiempo para poder practicar deporte o ver a sus amigos. Su sueño es crear un equipo y delegar tareas para poder crecer en otros ámbitos y tener más tiempo libre para pasarlo con su mujer y su hija.”
Este es solo un ejemplo inventado de un posible cliente ideal o buyer persona.
Yo, como copywriter, antes de comenzar a trabajar con un cliente le paso un cuestionario para perfilar a ese cliente ideal y poder escribirle justo los textos que necesita. Es parte de mi labor de investigación. De este modo, el mensaje irá justo a la persona que le tiene que llegar.
Por eso es tan importante el copywriting, porque solo habla a quien realmente quiere escuchar (y comprar).
¿De qué cliente debes huir?
Debes huir de todo aquel que no se ajuste a tu cliente ideal. Da igual lo que te pague, la cantidad de trabajo que te aporte, pero a la larga, acabarás odiando el trabajo que realizas porque no es realmente lo que tú quieres hacer.
Hay que poner foco siempre en lo que nos gusta hacer. Siempre.
También hay clientes ideales que no lo son tanto. A esos, también evítalos.
Me refiero a esas personas que, después de pagarte (o no hacerlo) te exigen continuamente, no respetan los plazos, no envían el material, no cumplen con tus condiciones y la falta de respeto hacia tu trabajo es continua.
A ese tipo de clientes, siempre que hayas pagado ya las facturas y no necesites urgentemente ese dinero, mándales a recoger pepinos lo antes que puedas. Educadamente, se lo explicas y si no lo entiende, le devuelves el dinero y tan feliz. Tu cuenta en el banco no subirá, pero tu salud no disminuirá que es lo que realmente importa.
Ahora, te invito a que reflexiones sobre todo lo que te he contado. Busca a tu cliente ideal y dale puerta a aquellos que hacen que tus días sean grises.
Y aquí acaba mi post de hoy, con algún cliente más (o no).
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